Hay momento, lugares y personas que pasan por nuestras vidas y probablemente muchos de ellos no se vuelven a recordar. Pero en cambio, hay otros que nunca se olvidan; el primer beso, aquella canción y sobre todo, aquella persona. Esa con la que da igual el tiempo que haya pasado, donde vivas y con quién. Esa que recuerdas en cualquier lugar inesperado y que con sólo recordarla eres capaz de temblar.
No te hace falta tanto.. sales, sonríes y joder, desprendes energía. Sé que no es fácil que quieras a nadie, hablo de querer de verdad. Pero yo sé que cuando lo haces, lo haces con toda tu alma. Y en ese momento, muy mal tienen que estar las cosas para que te marches. Y muchas veces te ha faltado, otras han ido sobradas y ahora te cuesta horrores. No quieres mas decepciones, sólo algo que te llene cada día. A todo le pones pegas, llámalo miedo o escudo.
El chico, para lo triste que está sigue teniendo unos ojos preciosos. Y miedos, muchos miedos, tantos como ganas.
Y supongo que querer a alguien no es cuestión de físico, si no de sensaciones, que consiga que sonrías aún cuando no está.
Y por eso, hay sensaciones que ni el corazón es capaz de esconder, porque siempre llega alguien capaz de encontrar encanto a todo tu caos.
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